En cuanto a la rutina de los bailes, habia un código para cada ritmo y una gran variedad de pasos debido al talento y a la habilidad creativa del mexicano.
Surgen destacados exponentes de cada ritmo, mismos que proyectaban su estilo muy personal, enriqueciendo los movimientos en forma articulada y desenvuelta con actitudes, gestos, giros, pasos o secuencias muy novedosas, producto de su propia inventiva y destreza.
Por lo tanto, estos prototipos del baile de salón, vinieron a ser los creadores y transmisores de pasos y secuencias, mismos que fueron copiados por los asistentes a dichos salones, donde también se podia ver el baile por pareja, de grupo, en fila o en círculo, haciéndole rueda a los que bailaban en el centro.
En El Salón México “se concurría fundamentalmente a mover el callo, restregar pecheras, chancletear, raspar guarache o a menear el bote. Los asistentes a dicho salón pertenecían a diferentes clases sociales y oficios, iban gatitas, obreras, albañiles, choferes, así como turistas, literatos, artistas, etc.
Así pues, remontándonos a las décadas de los 40 y 50, y tomando como marco o modelo al famosísimo Salón México, el ballet folklórico Zentzontle de la Universidad Autónoma de Campeche, con el montaje del maestro Marco San Román, presenta una semblanza de algunos de los ritmos y modalidades dancísticas llegados de otras latitudes, los cuales con el tiempo, tomaron carta de naturalización al crearse un estilo de acuerdo a la personalidad y características danzarias del mexicano.El swing
La guaracha
El danzón
El cha-cha-chá
El mambo

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